Acerca de este número
Las artes plásticas mexicanas han tenido históricamente una presencia significativa en otras latitudes. Acaso el punto culminante de ese reconocimiento sea el muralismo del siglo xx, enmarcado en buena medida por una tendencia nacionalista que definió muchas expresiones artísticas posrevolucionarias. No obstante, la plástica en México, si se considera como una acotación de las llamadas artes visuales, incluiría, además de la pintura, la arquitectura, la escultura, el dibujo, el grabado, la cerámica y, para ciertas personas, también la orfebrería y la artesanía. El último siglo, esa producción en nuestro país ha sido de una gran diversidad y se ha distinguido, sobre todo, por sus exploraciones estéticas alrededor de la cultura mexicana. En ese tenor, la UNAM alberga y resguarda más de cien murales ubicados en las distintas dependencias universitarias. Basta mencionar los de David Alfaro Siqueiros, en la Torre de Rectoría; Juan O'Gorman, en la Biblioteca Central, y Diego Rivera, en el Estadio Olímpico Universitario. Todos ellos engalanan el campus central de la Universidad, considerado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 2007. Pero las artes plásticas en la UNAM también están en sus publicaciones: en ese ancestral y furtivo binomio afortunado de la palabra y la imagen.
El número de mayo de 2024 del suplemento Libros UNAM está dedicado a la reflexión en torno a las expresiones plásticas, a partir de la cual se ha conformado una gran parte del acervo bibliográfico de nuestra Universidad. Recordamos, asimismo, los cincuenta años del fallecimiento de David Alfaro Siqueiros, un personaje polémico y contradictorio cuya presencia, sin lugar a dudas, fue fundamental y necesaria para la cultura de México durante el siglo xx. Es Eduardo Vázquez Martín, coordinador del Colegio de San Ildefonso, quien nos hace un retrato crítico sobre Siqueiros, sus vicios y virtudes, y su papel medular en un largo periodo de la historia y el arte de México. Como dice el mismo Vázquez Martín “su vigencia se debe en gran parte a que su pintura se mueve, nunca ha dejado de moverse, ni un solo día desde que fue pintada”. Hablar de las artes plásticas en la UNAM es una indagación por las publicaciones universitarias que le han concedido una dimensión distinta a la noción de arte e irrumpen con prestancia y sutileza en aquello que puede esperarse de las manifestaciones artísticas: honestidad, posicionamiento y fantasía.