Escuchar, recordar...

La memoria pertenece a los seres humanos. Y la música es acaso la expresión artística más antigua de la humanidad. Como los sueños, las manifestaciones musicales son hijas de las reminiscencias y tienen su vehemente registro en las partituras de la historia, en las evocaciones de un lenguaje común y democrático, en la sintonía en claves y acordes imperecederos. Escuchar es recordar; es el movimiento de las cuerdas sensibles de los cuerpos, del crepitar de las teclas latentes y latientes de los corazones vivos. En esa melodía del pasado habita la resistencia valiente de una copla, de una sinfonía, de un son. Su archivo no pasa únicamente por la exploración de los oídos humanos sino por aquello que se puede rasguear con las palabras sobre la experiencia musical: la perennidad de un pentagrama a-notado. Por ello las huellas musicales también están en la escritura, en escuchar la lectura, en recordar las letras como notas y los arpegios como sílabas eternas.

El número de noviembre de 2023 del suplemento Libros UNAM está dedicado a la vasta producción sobre expresiones musicales que se ha publicado históricamente en nuestra Universidad. Al ser una manifestación artística universal, muchas facultades, institutos, centros, etcétera, le han brindado una parcela de su propuesta editorial a la música y el mundo sonoro. El texto de presentación lo escribe Cinthya García Leyva, avezada en la materia y directora de la Casa del Lago unam, quien nos comparte una mirada entrañable y reveladora sobre la esencia transdisciplinaria de la música, sus diversos matices y medios expresivos y de cómo la vivencia de esta experiencia estética puede poner a “girar el mundo”. Nuestra Máxima Casa de Estudios es un bastión del arte y la cultura en México y su gran responsabilidad reside en resguardarlos, difundirlos y socializarlos. Los libros que se comentan a continuación forman parte de la estela sonora y las pautas y pausas inagotables: el soberbio atavío de la memoria de la música.